El primer día de clase de cerámica, Manolo, el profesor, les explica a sus alumnos:
«Durante el próximo mes, vamos a trabajar en 2 grupos.
Quienes estáis sentados a mi izquierda, formaréis el grupo A (cuantitativo) y quienes estáis a mi derecha, seréis e grupo B (cualitativo).
El grupo A, recibirá su nota basada únicamente en la cantidad de jarras que seáis capaces de producir.
El último día, contaré el total de jarras que me entreguéis. 20 jarras equivaldrán a un excelente, 15 jarras serán un notable, 10 jarras serán un bien, 5 serán un suficiente y menos de cinco será un suspenso.
El grupo B, tendrá una nota basada en la excelencia del trabajo. Solamente tendréis que producir una jarra, pero para obtener un excelente, tendréis que entregar una jarra perfecta. »
Al final del mes, le sorprende descubrir que las mejores jarras han sido producidas por el grupo A (cuantitativo).
Durante ese mes, estos alumnos habían estado ocupados haciendo y haciendo jarras.
Habían estado experimentando con las formas, probando técnicas, adquiriendo práctica y aprendiendo de sus propios errores.
En cambio, el grupo B (cualitativo) había estado teorizando sobre la perfección, aprendiendo sobre tipos de arcillas y haciendo cálculos.Al final, como resultado de su esfuerzo solo pudieron mostrar algunas teorías que no podían verificarse y unas jarras mediocres.
Y esto me lleva a donde está la chicha.
Es fácil quedarse atascada tratando de encontrar el plan ideal para cambiar: la forma más rápida de perder peso, la forma de ser más productiva, la fómula perfecta para seguir nuevos hábitos…
Estamos tan enfocadas en encontrar la mejor manera de hacer algo, que en realidad nunca nos ponemos manos a la obra.
James Clear se refiere a estos conceptos como ponerse en marcha vs actuar, y yo no he encontrado un nombre que los describa mejor.
Ojo, aunque los dos conceptos suenen parecidos, son muy diferentes.
Mira.
Ponerse en marcha significa buscar, aprender, crear estrategias y hacer planes.
No es que nada de eso sea malo, pero no produce un resultado.
Actuar, en cambio, es el comportamiento que te conduce a un resultado.
Si leo un libro de recetas keto, me estoy poniendo en marcha. Si me meto en la cocina y hago alguna receta, estoy actuando.
Si busco el mejor plan para perder peso y leo algunos libros sobre el tema, me estoy poniendo en marcha.
Cuando realmente empiezo a aplicar lo aprendido, estoy actuando.
Ponerse en marcha es necesario, es el primer paso.
Pero si no pasamos a la accion, nunca vamos a conseguir resultados.
No importa cuantos planes hagas para hacer el seguimiento de tus hábitos, eso no hará que empieces a hacerlos.
Hasta que no empieces a poner crucecitas conforme lo has hecho, no conseguirás resultados.
No importa cuántos videos sobre alimentación cetogénica veas, hasta que no lo lleves a tu día a día no verás cambios.
La pregunta es,
Si ponerse en marcha no basta para alcanzar resultados, ¿por qué lo hacemos?
Algunas veces lo hacemos porque verdaderamente necesitamos un plan o aprender más sobre un tema. En ese sentido es útil y necesario.
Pero, con frecuencia, lo hacemos porque al ponernos en marcha sentimos que estamos progresando sin necesidad de correr el riesgo de fracasar.
Nos parece que ya estamos haciendo algo, pero no actuamos porque queremos retrasar el fracaso.
Al ponernos en marcha, nos autoengañamos, convenciéndonos a nostras mismas de que estamos progresando.
Pensamos: «Ya tengo claro cómo tengo que se come en la alimentación cetogénica. Esto es bueno, estoy avanzando en la dirección correcta».
O: «He seleccionado unas recetas keto para hacerlas cuando empiece.
Este tema ya está puesto en marcha».
Ponerse en marcha te hace sentir que ya estás haciendo las cosas pero, en realidad, solo te estás preparando para hacer algo.
Para que pasen cosas, no puedes estar planeando todo el tiempo. También tienes que actuar.
¿Quieres actuar?
Entrar en mi lista aquí abajo puede ser un (buen) primer paso. Y es gratis.
Y te digo por qué.
Mando un email (casi) a diario y hablo de cómo aliarte con tu cuerpo y tu mente, para que consigas resultados y dejes de pensar de una vez por todas en el puñetero peso.
Si eso es algo que te interesa, deberías suscribirte. Es gratis.
A mucha gente le gusta, pero oye, quizás a ti no. No pasa nada, en cada email te puedes dar de baja con un clic y tan amigas.
Para entrar y empezar a recibir emails que te pueden cambiar la vida (o no), es aquí mismo: